Pisa

10 junio 2014

Una de las tareas del filósofo de la educación es examinar críticamente los implícitos del lenguaje contenidos en las formulaciones que afectan a la política y la práctica de la educación. Dentro de esa tradición, el filósofo Ludwig Wittgenstein, declaró: «mi objetivo es: enseñarte a pasar de decir cosas sin sentido de manera disfrazada, a poner al descubierto esos sinsentidos». Hay mucho «sinsentido disfrazado » en lo que dicen los responsables de las políticas educativas y en lo que escriben muchos investigadores en educación. Apoyaré estas afirmaciones con ejemplos tomados de la realidad. Así, en primer lugar, la importancia que se atribuye a la «preparación de profesionales competentes para el mercado laboral»; en segundo lugar, la separación que se establece entre la «formación académica» y la «formación profesional»; en tercer lugar, el interés en «elevar los estándares» educativos, especialmente a la luz de las comparaciones internacionales realizadas por el informe PISA; y, por último el discurso sobre la necesidad de mejorar la «calidad de la enseñanza».     Una de las tareas del filósofo de la educación es examinar críticamente los implícitos del lenguaje contenidos en las formulaciones que afectan a la política y la práctica de la educación. Dentro de esa tradición, el filósofo Ludwig Wittgenstein, declaró: «mi objetivo es: enseñarte a pasar de decir cosas sin sentido de manera disfrazada, a poner al descubierto esos sinsentidos». Hay mucho «sinsentido disfrazado » en lo que dicen los responsables de las políticas educativas y en lo que escriben muchos investigadores en educación. Apoyaré estas afirmaciones con ejemplos tomados de la realidad. Así, en primer lugar, la importancia que se atribuye a la «preparación de profesionales competentes para el mercado laboral»; en segundo lugar, la separación que se establece entre la «formación académica» y la «formación profesional»; en tercer lugar, el interés en «elevar los estándares» educativos, especialmente a la luz de las comparaciones internacionales realizadas por el informe PISA; y, por último el discurso sobre la necesidad de mejorar la «calidad de la enseñanza».

21 enero 2010

El presente estudio es una aportación a la literatura pedagógica actual sobre las desigualdades educativas. Analizamos las diferencias de resultados entre las diez CCAA que participaron con muestra ampliada en la edición 2006 de PISA. Los resultados muestran que un proyecto como PISA, cuya primera intención era mejorar las políticas educativas de los estados-nación, permite también desvelar las diferencias educativas internas de los países. En el caso de España, este estudio evidencia que a pesar de compartir un marco normativo común, las políticas educativas autonómicas así como ciertos factores contextuales pueden producir resultados educativos bien distintos.