infancia

13 enero 2021

Este Manifiesto desea convencer de la importancia de cultivar las Bellas Artes en la enseñanza, en los niños, y de su relación con el cultivo de la inteligencia. La poesía, la música, el dibujo, la pintura, la filosofía son transmisores de la Belleza, que va indisolublemente unida a la razón, a la verdad. Un profesor tiene que saber cómo encender de conocimiento el alma y el pensamiento de sus alumnos, cómo transmitirles el fuego sagrado de la Cultura. Y para mantener encendido ese fuego, la búsqueda de la Belleza, las Bellas Artes son imprescindibles.

 


 

Cómo citar este artículo: Campo Baeza, A. (2021). La Belleza necesaria. Manifiesto a favor de la Belleza en el sistema educativo | The vital Beauty. A manifesto for Beauty in the education system. Revista Española de Pedagogía, 79 (278), 95-101. https://doi.org/10.22550/REP79-1-2021-02

1 septiembre 2020

El incremento del bienestar y la esperanza de vida ha contribuido al aumento y fortalecimiento de las relaciones entre abuelos y nietos. Relaciones que se han visto puestas en cuarentena como consecuencia de la pandemia generada por el COVID-19. Este trabajo analiza la frecuencia y el período de los tiempos de ocio compartidos entre estas dos generaciones familiares antes de la pandemia y la percepción que tienen los niños del desarrollo personal que producen esos momentos disfrutados con sus abuelos. Participaron en esta investigación 1080 niños y niñas de entre 6 y 12 años, 53.61 % mujeres (N = 579) y 46.38 % hombres (N = 501) residentes en Cantabria, Vizcaya, Guipúzcoa, Álava, Navarra, La Rioja, Burgos o Palencia. Las variables contempladas son: año de nacimiento y género de los encuestados, frecuencia con que se comparte ocio con abuelos, y motivos de ese ocio compartido. Un 99.16 % de niños compartían tiempos de ocio con sus abuelos. El 96.18 % todas las semanas. El 53.71 % identificaron como una de las principales razones para vivenciar tiempos de ocio intergeneracional familiar los aprendizajes que sus abuelos les transmitían. Un 26.75 % percibieron como razón importante el desarrollo personal que ellos procuraban a sus abuelos en esos tiempos de ocio compartidos. Se observaron diferencias significativas en función del año de nacimiento y género de los nietos y del género y parentesco de los abuelos. Se resalta el gran peso de los tiempos de ocio compartidos entre abuelos y nietos en la cotidianidad familiar y cómo los niños eran conscientes del desarrollo personal que procuraban esos tiempos compartidos. Las políticas de intervención social y familiar deben ir orientadas a facilitar, estimular y reconstruir tiempos compartidos entre abuelos y nietos que procuren desarrollo personal bidireccional entre ambas generaciones.


Cómo citar este artículo: Alonso Ruiz, R. A., Sáenz de Jubera Ocón, M. y Sanz Arazuri, E. (2020). Tiempos compartidos entre abuelos y nietos, tiempos de desarrollo personal | Shared time between grandparents and grandchildren: A time for personal development. Revista Española de Pedagogía, 78 (277), 415-433. doi: https://doi.org/10.22550/REP78-3-2020-01

8 mayo 2017

La ansiedad es una de las patologías más comunes en la población infanto-juvenil y presenta una elevada comorbilidad que en ocasiones dificulta el diagnóstico y el tratamiento pertinente. Asimismo, tiende a persistir a lo largo del tiempo y provoca grandes dificultades en la vida diaria de los niños y adolescentes. En esta revisión se ha analizado la evidencia empírica sobre la relación de los estilos o prácticas de crianza con la ansiedad en la población infanto-juvenil a partir de una revisión bibliográfica basada en veintidós artículos. Se han encontrado evidencias bastantes consistentes que relacionan el afecto, la calidez y la aceptación con menores niveles o síntomas de ansiedad o síntomas internalizantes en población generalmente europea; y el rechazo, el control psicológico, el excesivo control, la sobreimplicación, la disciplina rígida, el control hostil y el estilo autoritario, con mayores niveles de ansiedad o síntomas.

También se ha puesto de manifiesto la necesidad de desarrollar programas preventivos de educación familiar, e incluir las prácticas de crianza como elementos clave a trabajar en los programas de intervención y tratamiento de la ansiedad infanto-juvenil.

 

 

Cómo citar este artículo: Martínez Besteiro, E. & Julián Quintanilla, A. (2017). Relación entre los estilos educativos parentales o prácticas de crianza y la ansiedad infanto-juvenil: una revisión bibliográfica |  The relationship between parenting styles or parenting practices, and anxiety in childhood and adolescence: a systematic reviewRevista Española de Pedagogía75 (267), 337-351. doi: https://doi.org/10.22550/REP75-2-2017-10

 

2 enero 2007

La conducta agresiva se define como aquella conducta que pretende causar daño físico y/o psicológico y en situaciones extremas, puede llegar a ser destructiva para la persona objeto de la agresión. El artículo muestra dos estudios realizados con profesores y padres de alumnos pertenecientes a los ciclos de educación primaria, educación secundaria y bachillerato. El primer estudio muestra la percepción del profesorado respecto de las conductas agresivas ejercidas en el centro escolar, el comportamiento de los alumnos ante ellas, las consecuencias que se derivan y las propuestas de mejora. El segundo, dirigido a las familias, indica en qué medida conocen las situaciones más o menos agresivas que ejercen o son ejercidas sobre sus hijos, las posibles causas de las agresiones y las alternativas de solución. Los resultados obtenidos indican que los profesores perciben que las agresiones acontecidas en el centro escolar son resultado de las características físicas y personales tanto del agresor como de la víctima, produciéndose, la mayoría de ellas, en situaciones de juego. Los padres, por el contrario, al menos, cuando su hijo desempeña el rol de víctima, desconocen la causa de la agresión, mientras que cuando actúa como agresor, consideran que es una respuesta a una situación violenta anterior. Sin embargo, padres y profesores manifiestan que el entrenamiento en habilidades prosociales y el incremento de la interacción entre familia y escuela son las claves para afrontar el problema.