Estudiantes universitarios

13 febrero 2023

Hace setenta y cinco años la Declaración Universal de los Derechos Humanos promovió una visión de la educación «dirigida al pleno desarrollo de la personalidad humana y al for­talecimiento del respeto por los derechos hu­manos y las libertades fundamentales» (Nacio­nes Unidas, 1948, 4.7). En 2015 los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Nacio­nes Unidas llevaron esta visión aún más lejos y establecieron en el ODS 4 que «los conocimien­tos, las habilidades, los valores y las actitudes que requieren los ciudadanos para llevar vidas productivas, tomar decisiones informadas y asumir roles activos a nivel local y global para enfrentar la resolución de desafíos globales se pueden adquirir a través de la educación para el desarrollo sostenible y la educación para la ciu­dadanía global» (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cul­tura [UNESCO], 2017, p. 14). ¿Qué puede im­plicar para la educación superior la adopción de esta misión educativa? ¿Y qué significa en un contexto global desafiante después de la pandemia de la COVID y la invasión rusa de Ucrania? En este artículo se argumenta que la presente conmoción global debería favorecer la reflexión sobre el propósito y el contenido de la educación superior. En el presente estudio el foco se dirige a la importancia de la educación en «valores y actitudes», enfatizada como un componente esencial de la educación para la ciudadanía global y el liderazgo de acuerdo con el ODS 4. Este artículo propone un retorno a las categorías filosóficas de «carácter» y «vir­tud», argumentando que la orientación social de las universidades globales y su aspiración a «educar a los ciudadanos y ciudadanos-líderes para nuestra sociedad» (Harvard College, 2022) requiere una renovación de la educación del carácter teóricamente rigurosa, pedagógi­camente eficaz y prácticamente relevante.


Cómo citar este artículo: Brooks, E. y Villacís, J. (2023). “Formar ciudadanos y ciudadanos-líderes para nuestra sociedad”: renovando la educación del carácter en las universidades | “To educate citizens and citizen-leaders for our society”: Renewing character education in universities. Revista Española de Pedagogía, 81 (284), 51-72. https://doi.org/10.22550/REP81-1-2023-03

22 mayo 2020

La competencia aprender a aprender (AaA) es una competencia clave (Comisión Europea [CE], 2006, 2018). Su incorporación en el sistema educativo precisa de un modelo teórico sólido y compartido por los investigadores, pero no hay acuerdo suficiente entre los académicos. Este trabajo pretende contrastar el modelo teórico elaborado por el equipo investigador con la opinión de informantes clave. Este modelo integra cinco dimensiones —cognitiva, metacognitiva, afectivo-motivacional, social-relacional y ética— y veinte subdimensiones. Las tres primeras provienen de la literatura sobre aprendizaje estratégico y autorregulado y están presentes desde los inicios de la investigación sobre el tema. La cuarta proviene del enfoque socio-cognitivo y se incorporó más tarde a los modelos explicativos. La quinta es una aportación original de este grupo. Nuestro contexto de investigación es la universidad y el objetivo contrastar nuestro modelo con informantes clave involucrados en el proceso (estudiantes, profesores, profesionales y empleadores). Para ello, se utilizó metodología cualitativa, realizándose doce grupos de discusión, uno por cada colectivo, en las tres universidades participantes en el proyecto (N=67). A partir de una pregunta general sobre lo que suponía la competencia AaA para los participantes, sus aportaciones fueron grabadas, transcritas y procesadas con Atlas ti.8. para cotejarlas con el modelo teórico. Se analizaron la presencia y relevancia de las dimensiones y subdimensiones establecidas, prestando atención a la frecuencia de los comentarios y a sus conexiones e interrelaciones. Los resultados corroboraron el modelo propuesto por el equipo investigador: todas las dimensiones y casi todas las subdimensiones aparecieron en las intervenciones de los participantes. La siguiente fase del proceso de investigación es la construcción de un instrumento de evaluación estandarizado, a partir del modelo, para su validación estadística en estudiantes universitarios.

 


 

Cómo citar este artículo: Gargallo López, B., García-García, F. J., López-Francés, I., Jiménez Rodríguez, M. Á. y Moreno Navarro, S. (2020). La competencia aprender a aprender: valoración de un modelo teórico | The learning to learn competence: An assessment of a theoretical model. Revista Española de Pedagogía, 78 (276), 187-211. doi: https://doi.org/10.22550/REP78-2-2020-05

21 mayo 2020

En general, la universidad actual tiene asumida como propia la misión de ofrecer una formación integral que contribuya al desarrollo académico, pero también al profesional y social. Así, cada vez es mayor la importancia otorgada a las competencias cívico-sociales, dada su potencial contribución a la hora de optimizar la transición del alumnado universitario al mercado de trabajo. El objetivo del presente artículo es estudiar las propiedades psicométricas de una escala para evaluar competencias cívico-sociales en la educación superior y analizar si el ciclo y el área de conocimiento determinan su desarrollo en los estudiantes. Para ello, después de subdividir aleatoriamente a la muestra (996 alumnos universitarios), se ha procedido a realizar un análisis factorial exploratorio y, a continuación, confirmatorio. Posteriormente, se ha llevado a cabo un análisis multivariado de varianza 2 × 2 (ciclo × área de conocimiento), tomando como variables dependientes los factores previamente obtenidos. Además de una solución satisfactoria de la escala, tanto en la estructura factorial como en los niveles de consistencia interna, los resultados obtenidos revelan diferencias en torno a las variables objeto de estudio. Mientras que, en general, los alumnos de primer ciclo muestran un alto nivel de desarrollo de estas competencias, no se constatan diferencias en cuanto al área de conocimiento. No obstante, en la interacción de estas dos variables se evidencian efectos significativos, reflejando puntuaciones más elevadas en el alumnado de primer ciclo de ciencias de la salud e ingeniería-arquitectura, y en el de segundo ciclo de ciencias sociales-jurídicas y artes- humanidades. Se concluye enfatizando la necesidad de que las instituciones de educación superior promuevan, en mayor medida, el desarrollo de competencias cívico-sociales con estrategias metodológicas y programas ajustados a esta exigencia, orientados a la mejora de los niveles de participación social y la transición al empleo.

 


 

Cómo citar este artículo: Santos Rego, M. A., Ferraces Otero, M. J., Mella Núñez, Í. y Vázquez-Rodríguez, A. (2020). Universidad, competencias cívico-sociales y mercado de trabajo | University, civic-social competences, and the labour market. Revista Española de Pedagogía, 78 (276), 213-232. doi: https://doi.org/10.22550/REP78-2-2020-06

9 enero 2015

El estudio que presentamos se centra en la dimensión social y cívica de la educación superior; pretende medir el índice de compromiso cívico de los estudiantes. Presentamos un estudio de campo de carácter cuasi-experimental, sobre una muestra de 1.250 alumnos de las diferentes facultades de una universidad del norte de España, en el contexto de la formación en competencias. Así, la principal variable objeto de análisis ha sido la competencia cívica. Para su evaluación se aplicó un instrumento creado al respecto y constituido por: una prueba de conocimientos sobre educación cívica, una escala de actitudes de compromiso cívico y un cuestionario de habilidades de participación social. La fiabilidad de la escala de actitudes compuesta por 39 ítems fue de .78. Entre otras de las hipótesis contrastadas, partíamos de considerar que las actitudes eran el elemento central del índice de compromiso cívico y observamos que efectivamente sus valores medios eran los más elevados. Sin embargo, comprobamos que lo que más correlaciona con dicho índice son los conocimientos (r=.76, p=.000), seguido de las habilidades de participación (r=.66) y en tercer lugar de las actitudes (r=.54). Entre otras conclusiones planteamos la conveniencia de que en la educación universitaria se incida de modo transversal en la formación cívica de los alumnos.

12 septiembre 2014

Se pretendía evaluar el impacto de metodología docente innovadora, centrada en el aprendizaje, sobre las estrategias de aprendizaje y el rendimiento de tres grupos de estudiantes de Química, de 1º curso de Ingeniería de la Universitat Politècnica de València. Fue utilizado un diseño preexperimental, con pretest y postest, haciendo uso del cuestionario CEVEAPEU. La muestra fue de 74 alumnos de tres grupos, cuyos profesores consensuaron la metodología, utilizando exposición, preguntas, resolución de problemas, elaboración de una monografía, prácticas de laboratorio, trabajo en grupo, etc. y un sistema de evaluación que usaba procedimientos formativos que devolvían feedback a los estudiantes. Se encontraron mejoras significativas en las estrategias de aprendizaje en el postest, en la puntuación global del cuestionario, en las puntuaciones de escalas y subescalas (estrategias metacognitivas, estrategias de búsqueda y selección de información, y estrategias de procesamiento y uso de la información), y mejores calificaciones en esa materia que en las otras del curso. Los resultados, positivos, animan a continuar en esta dirección.

 

Descriptores: Educación superior, métodos de enseñanza, metodología centrada en el aprendizaje, aprender a aprender, estudiantes universitarios.

23 mayo 2012

Pretendemos analizar lo que hacen los alumnos con mejor nota de entrada en la universidad que pueda explicar su rendi¬miento, de cara a precisar modelos eficaces de funcionamiento que se puedan genera¬lizar y enseñar, en la medida de lo posible. Usando el cuestionario CPE (Cuestionario de procesos de estudio), evaluamos los en¬foques de aprendizaje de un grupo de alumnos excelentes, seleccionados de 11 titulaciones de 9 centros de la Universidad Politécnica de Valencia, y comparamos los resultados con un grupo de N similar de alumnos medios de los mismos centros. Encontramos que los alumnos excelentes utilizaban más enfoque profundo que los alumnos medios, que los superaban en enfoque superficial. Hallamos también que los enfoques de aprendizaje tenían influencia en el rendimiento académico. Los datos de que disponemos permiten afirmar que los profesores pueden potenciar el enfoque profundo de aprendizaje usando metodologías de enseñanza y evaluación pertinentes.