escuela

12 enero 2021

Este trabajo pretende mostrar la importancia del lenguaje y los retos que se le presentan en la llamada revolución digital, prestando atención a las posibilidades de su cultivo durante la adolescencia en tres espacios educativos fundamentales: Casa, Escuela y Ciudad. En primer lugar, se analiza la doble función del lenguaje como modo de comunicación y de representación, como vía por la que se recibe la herencia y se imagina y proyecta el futuro. A continuación, de mano de los últimos resultados del Programme for International Student Assessment (PISA) se aborda la falsa dicotomía que contrapone la competencia digital a la capacidad lectora. Esta ya no puede entenderse hoy solo como la capacidad de disfrutar del polvo de los grandes textos del pasado encerrados en las bibliotecas, sino que se define como un conjunto de estrategias que permiten el desarrollo personal y la participación en la sociedad. Esta ampliación del concepto involucra inexorablemente la competencia para moverse creativamente en los entornos digitales. A pesar de ello, estos entornos no reciben la atención necesaria en la Escuela y se ven relegados al ámbito de lo cotidiano, de lo lúdico. En el círculo de la Casa, el discurso digital puede ser vivido como algo inabarcable, afectado por una brecha que lo presenta como un mundo aparte. La colaboración de la Escuela y la Casa resulta, sin embargo, ineludible si queremos que la inmersión adolescente en el mundo digital dé lugar a una participación ciudadana crítica y responsable.


Cómo citar este artículo: González Martín, M. R., Jover, G. y Torrego, A. (2021). Casa, Escuela y Ciudad: el cultivo del lenguaje en un mundo digital | Home, School, and City: Cultivating language in a digital world. Revista Española de Pedagogía, 79 (278), 145-159. https://doi.org/10.22550/REP79-1-2021-03

10 abril 2017

El presente trabajo recoge un conjunto de consideraciones relacionadas con la renovación de los programas escolares iniciada en España a partir del año 1981 y que actualmente se halla pendiente de culminación. Se arranca de la consideración de la institución escolar como un instrumento clave al servicio de la educación intelectual y de la conservación y recreación de la cultura, tarea ésta en la que desempeñan un papel relevante los programas escolares; se proporcionan noticias sobre los aspectos formales de los nuevos programas escolares españoles y se concluye postulando una amplia participación de todos los sectores implicados en la institución escolar.

 

Autores:

Luis Batanaz Palomares. Inspección de Educación Básica del Estado, Córdoba.

16 marzo 2017

La Convención Internacional de los Derechos del Niño da motivos para pensar sobre la importancia del contexto escolar en la educación del niño. Si consideramos a la escuela como un entorno especial, su contexto debe facilitar el desarrollo de la capacidad física e intelectual del niño, favorecer la identidad cultural en el cultivo de la lengua materna y propiciar el espíritu de comprensión, paz, tolerancia e igualdad. Para tener éxito en estos propósitos, la escuela debe contrarrestar y coordinar varios factores circundantes y eliminar los dañinos provenientes de otros contextos.

Algunos de los principios que dan forma al contexto escolar son: juegos, trabajo, comunidad y la vigilia del mundo interno del niño. Cuando hablamos del contexto como un todo de las condiciones externas que rodean a los individuos, no solo nos referimos a los factores sociales sino también a los físicos; es por eso que el edificio, los elementos, la estructura y los espacios de la escuela son tan importantes.

Sin embargo, nos detenemos principalmente en el clima de relación y en todo lo que ayuda al pueblo a ganarse su propia dignidad. Debe aprender a unir respeto y tolerancia, para que pueda desarrollar y fortalecer su inteligencia, sus sentimientos y su voluntad. También es importante que el contexto facilite la aparición de algunas reglas en la vida que van más allá de la vida escolar.

 

Autores:

Álvaro Buj Gimeno. Universidad Complutense de Madrid

10 junio 2014

La investigación educativa de las últimas décadas se ha caracterizado por un excesivo énfasis empirista basado en las relaciones lineales causa-efecto entre variables. Reconociendo los importantes avances que ha supuesto la investigación empí­rica sobre la calidad de la escuela, surge el interrogante de si puede evaluarse y mejorarse verdaderamente su calidad sin atender a su complejidad intrínseca y contextual. Para responder esta pregunta se confronta investigación sobre eficacia escolar con la concepción más holista procedente del paradigma de la complejidad y la teorí­a del caos. Así­, el análisis del significado de la complejidad nos lleva a defender que la naturaleza de la escuela no es analí­tica, estable y ordenada, sino sistémica, dinámica y cambiante, por lo que requiere de una nueva narratividad que nos enseñe a leer y comprender los caminos que se recorren entre el orden y el desorden en cada proceso educativo. Los avances técnicos en simulación informática posibilitan ya al investigador social pasar de la metáfora subjetiva al uso de una metodología de modelos sistémicos no lineales que permiten una interesante experimentación de los efectos dinámicos entre variables, incluyendo factores decisivos como el tiempo.

26 septiembre 2012

Las modas educativas promueven que los educadores prestemos atención a determinadas competencias, a determinadas experiencias, pero el educador no debe permitir que estas modas escondan experiencias que han de ser también educadas para poder construir una sociedad tolerante, justa y solidaria. Consideramos básica la experiencia del perdón y creemos que la escuela, como lugar privilegiado de socialización, es un contexto adecuado para educar en el perdón. Para ello, el educador tiene que saber qué es y qué no es el perdón, qué acciones lo facilitan y cuáles lo dificultan, para así lograr un acompañamiento a los alumnos en esta experiencia. Del mismo modo consideramos que la escuela, a través de la literatura, el cine o testimonios reales, puede favorecer una cultura del perdón por encima de una cultura de la venganza.

13 enero 2009

El presente trabajo aborda la cuestión, siempre pendiente, de la cooperación entre familia y escuela. Esta cooperación se justifica por la necesidad de que la institución escolar eduque, es decir, haga posible el aprendizaje de valores morales, y la tarea de educar exige la mediación de la experiencia. Por ello, la familia se convierte en un medio indispensable de educación como lugar privilegiado de la experiencia del valor moral. Los autores proponen un cambio en la estructura organizativa de la escuela que permita a la familia participar activamente en la gestión de la escuela y hacerse corresponsable del proyecto educativo del centro.