educación integral

9 enero 2019

Este trabajo estudia cómo influye el carácter, los hábitos y la actitud del estudiante en los procesos de enseñanza-aprendizaje. Hasta hace poco la educación del carácter constituía un asunto de educación moral y cívica. Ahora, las nuevas investigaciones sobre las habilidades no-cognitivas y el aprendizaje socioemocional reflejan cómo estos planos de la personalidad dan consistencia a los procesos de enseñanza-aprendizaje escolares. Las neurociencias subrayan aquí el valor de las funciones ejecutivas: la atención, la tenacidad y la planificación son momentos donde el estudiante despliega su aprendizaje. La inteligencia clásica (cociente intelectual, CI) pone el acento en la comprensión analítica, un momento puntual; la inteligencia del carácter pone el foco en los procesos volitivos que fraguan el trabajo intelectual que empieza en el aula y acaba en la planificación del estudio en el hogar. Una vez definidas las habilidades no-cognitivas, las funciones ejecutivas y el carácter, marcos emparentados entre sí y presentes en la vida escolar y familiar, el segundo objetivo ha sido valorar cómo el ambiente socio-familiar interviene agudamente en estos procesos. El tercer objetivo ha sido, siempre en paralelo con el despliegue del estudio, proponer las herramientas que midan estas fortalezas en la educación primaria: BFQ-N y BRIEF 2. Si se proponen modelos de formación del carácter para el aprendizaje se deben ofrecer herramientas para su medición orientadas a testar el éxito de estos programas. La conclusión apunta a una iniciativa de calado: la universidad, la escuela y los agentes educativos deben pensar un nuevo modelo de educación integral de sus estudiantes desde esta convergencia entre carácter e inteligencia clásica. El fracaso y el abandono escolar tienen razones académicas, pero también familiares y personales. Este tercer milenio, complejo, cambiante, necesita habilidades robustas y flexibles para hacer frente a los retos de una sociedad que no nos desvela aún a dónde va.

 

Cómo citar este artículo: De Bofarull, I. (2019). Carácter y hábitos para el aprendizaje: definición y proyecto de medición | Character and learning habits: definition and measurement proposal. Revista Española de Pedagogía, 77 (272), 47-65. doi: https://doi.org/10.22550/REP77-1-2019-03

10 junio 2007

El interés que actualmente suscitan los valores encuentra respuesta en el actual sistema educativo español. Si la educación ha de transmitir valores a la persona es preciso conocer su punto de partida y saber en qué medida alcanza los objetivos propuestos.
Realizar una evaluación inicial y compararla en sucesivas ocasiones con situaciones posteriores será un indicador útil tanto para establecer los objetivos de la educación con respecto a los valores, como para evaluar el progreso de los alumnos en la adquisición de los valores propuestos. Es necesario, pues, disponer instrumentos que permitan averiguar los valores que estima una persona. En el presente trabajo ofrecemos a los profesionales de la educación un instrumento para la evaluación de los valores elaborado de acuerdo con un modelo de educación integral.

2 junio 2007

En este trabajo se establece una relación conceptual entre educación en valores y experiencia axiológica. Para nosotros la educación en valores, como tarea, se centra en construir experiencia axiológica y la educación en valores, como resultado, se identifica con el logro de la capacidad de utilizar la experiencia axiológica como instrumento de la construcción de uno mismo y de su formación.

Desde el punto de vista de la realización del valor, tan importante es en la educación en valores, el conocimiento y la estimación personal del valor, como el carácter patrimonial de la elección del valor, porque, en ambos casos, se pone de manifiesto nuestra condición de agentes de nuestra educación y de nuestro proyecto de vida. La relación entre elección y realización de valores a través de las finalidades que nos marcamos, hace patente el carácter patrimonial de la elección del valor que impregna el sentido de la educación. Propugnamos para «patrimonial» un significado intrínsecamente anclado en el concepto de educación como desarrollo y construcción de la persona de manera integral. Porque la cuestión no es cómo generar la estimación y elección del valor, sino para qué se usa. La cuestión no es sólo aprender a usar la libertad y tener un proyecto de vida. La cuestión primordial no es cuantos contenidos socialmente deseables aprendo y cuantas finalidades intrínsecas pone en marcha el profesional de la educación para formar al educando. La cuestión primordial es cuantas de las finalidades que se ponen en marcha en la educación para formar al educando pasan a formar parte de su experiencia, para uso y construcción de su proyecto de vida personal y formación.

 

30 noviembre 2005

El tema de los valores y la integridad de los mismos en el desarrollo de la persona constituyen dos elementos fundamentales de cualquier sistema educativo de calidad. El presente artículo, partiendo de un concepto de persona, cuyo análisis nos permite constatar un conjunto de valores nacidos de cada una de sus dimensiones, y cuyo desarrollo nos conduce hacia la meta de la educación integral. El conjunto de valores nacidos de la misma naturaleza del ser humano es el siguiente: de este animal dotado de razón y afecto surgen los valores corporales, intelectuales y afectivos; de la singularidad humana nacen los valores individuales, liberadores, morales y volitivos; y de la apertura surgen los valores sociales, ecológicos, instrumentales, estéticos, religiosos, espaciales y temporales.

 

Descriptores: Valores, Modelo, Educación integral, Persona.