asertividad

18 septiembre 2022

La retroalimentación en el proceso de evaluación cobró mayor relevancia en las prácticas docentes durante la pandemia de COVID-19. El objetivo del presente estudio fue realizar un análisis de la validez de constructo y confiabilidad del instrumento «Rúbrica Analítica Socioformativa para la Evaluación de la Retroalimentación Asertiva» (RASERA). El instrumento se aplicó a una muestra de 525 discentes de escuelas normales en México. Para el análisis de validez de constructo se empleó el análisis factorial exploratorio y confirmatorio, y el análisis de confiabilidad se efectuó mediante el Alfa de Cronbach. Los resultados del primer análisis mostraron la conformación de dos factores; el primero se denominó Ejecución de la retroalimentación asertiva y el segundo Representatividad de la retroalimentación asertiva. Ambos factores explicaron más 65 % de la varianza y en donde se encuentran incorporados todos los ítems con cargas factoriales significativas (CF>0.50). Por su parte, el AFC reveló un buen ajuste de este modelo (Razón χ2/gl: 2.284; GFI: 0.909; RMSAE: 0.068; RMR: 0.035; CFI: 0.966; TLI: 0.955). Se especifica que, para cada factor, la varianza media extraída y la confiabilidad compuesta fue pertinente (VME>0.50 y CC>0.70) y cada ítem manifestó una carga factorial estandarizada adecuada (CFE>0.50). Concerniente al análisis de confiabilidad, se obtuvieron valores óptimos por factor (Alfa de Cronbach y Omega de McDonald>0.85). Se concluye que el dispositivo RASERA posee propiedades psicométricas adecuadas.

 


 

Cómo citar este artículo: Berlanga Ramírez, M. L. y Juárez Hernández, L. G. (2022). Validez de constructo de un instrumento para evaluar la retroalimentación asertiva en la formación inicial del profesorado | Construct validity of an instrument to assess assertive feedback in initial teacher training. Revista Española de Pedagogía, 80 (283), 583-600. https://doi.org/10.22550/REP80-3-2022-08

26 septiembre 2012

Las modas educativas promueven que los educadores prestemos atención a determinadas competencias, a determinadas experiencias, pero el educador no debe permitir que estas modas escondan experiencias que han de ser también educadas para poder construir una sociedad tolerante, justa y solidaria. Consideramos básica la experiencia del perdón y creemos que la escuela, como lugar privilegiado de socialización, es un contexto adecuado para educar en el perdón. Para ello, el educador tiene que saber qué es y qué no es el perdón, qué acciones lo facilitan y cuáles lo dificultan, para así lograr un acompañamiento a los alumnos en esta experiencia. Del mismo modo consideramos que la escuela, a través de la literatura, el cine o testimonios reales, puede favorecer una cultura del perdón por encima de una cultura de la venganza.

30 noviembre 2006

El objetivo principal de este artículo es revisar el concepto de competencia social a la luz de las últimas investigaciones que lo abordan desde una visión más compleja y multidimensional. El tema de la competencia social está en auge dada su importancia para el funcionamiento social presente y futuro, para la calidad de vida y la convivencia entre las personas. Este interés ha tenido su reflejo en la profusión de estudios, tanto teóricos como prácticos, pero, a pesar de ello, los autores no han llegado a un acuerdo en cuanto a su definición. Esto trae consigo la aparición de distintos enfoques y programas que abordan el tema desde perspectivas parciales que no engloban toda la riqueza que el término encierra ni toda la complejidad de las relaciones interpersonales. Por estos motivos, aquí intentamos acercarnos a este tema con una mirada abarcadora, tanto a través de su definición como de los componentes y variables que debe abarcar su estudio. Asimismo, destacamos la importancia de integrar la competencia social dentro del marco de la educación cívica.

 

Descriptores: competencia social, habilidades sociales, asertividad, educación cívica y moral.