Reseña bibliográfica: Ruiz-Corbella, M. y García-Gutiérrez, J. (Eds.) (2023). Aprendizaje-servicio: escenarios de aprendizajes éticos y cívicos. Narcea. 239 pp.

Book review: Ruiz-Corbella, M. & García-Gutiérrez, J. (Eds.) (2023). Aprendizaje-servicio: escenarios de aprendizajes éticos y cívicos [Service learning: Scenarios for ethical and civic learning]. Narcea. 239 pp.

Paula Álvarez-Urda

DOI

https://doi.org/10.22550/2174-0909.4403

Resumen

La universidad del siglo XXI debe adaptarse a los nuevos tiempos y reforzar su impacto y compromiso en todos los niveles de la vida. Para conseguirlo, es necesario introducir de manera eficaz metodologías de innovación docente que ofrezcan oportunidades de aprendizaje accesibles, prósperas, continuas y puestas en práctica en la esfera social. Es en este punto donde entra en juego el aprendizaje-servicio (ApS), un enfoque educativo en el que se intercambian conocimientos adquiridos mediante su aplicación directa en proyectos específicos con el fin de ofrecer un servicio positivo a una determinada comunidad. Por lo tanto, es una metodología claramente comprometida y cuya implementación parece más que adecuada para modernizar la función de la universidad hacia una sociedad más digital y globalizada, con muchos desafíos por delante. El libro Aprendizaje-servicio: escenarios de aprendizaje éticos y cívicos, editado por Ruiz-Corbella y García-Gutiérrez, expone numerosas aplicaciones, posibilidades, recursos y factores que tener en cuenta para garantizar un impacto social del ApS positivo.

Es un libro estructurado en tres bloques totalmente compensados con doce capítulos. Para su elaboración, han participado más de treinta autores de universidades de todo el territorio nacional. Además, antes de los bloques temáticos, los editores incluyen una presentación donde se narran las claves del libro, lo que aporta un contexto claro y pone de manifiesto las múltiples posibilidades del ApS en el ámbito universitario y su repercusión social. El primer bloque busca perfilar la definición y las finalidades del ApS desde un enfoque ético y reflexivo. El segundo bloque se centra en las posibilidades didácticas de valores éticos y cívicos a través del ApS, además de cuestionar su viabilidad, así como sus retos y sus límites. Por último, el tercer bloque aborda escenarios metodológicos centrados en el ApS, además de considerar otros acercamientos, habilidades, ramas de conocimiento y recursos tecnológicos.

El primer capítulo señala el importante papel de la universidad a la hora de formar a futuros profesionales con valores cívicos participativos y comprometidos con el bienestar social. Dicho papel debe ponerse de manifiesto en el transcurrir académico, donde la implementación del ApS es clave para ello. Esto es debido a que se trata de una metodología que permite la colaboración directa con la comunidad a través de aprendizajes y del constante intercambio de experiencias, lo que también favorece la capacidad de resolver problemas, la creatividad y la interdisciplinariedad que surgen de participar de forma activa con personas distintas. Por lo tanto, esto evidencia que el ApS ofrece oportunidades inigualables para el desarrollo de una conciencia ética en el estudiantado universitario, cuyo impacto queda reflejado en sus futuras decisiones profesionales y sociales.

El segundo capítulo destaca el poder transformador del ApS, que se ve impulsado por un claro componente reflexivo resultante de poner en práctica esta metodología en escenarios sociales reales. Para el desarrollo de proyectos ApS, se considera imprescindible incluir diversos aspectos que permitan una reflexión empática, evaluativa y transversal. El primero es la acción tutorial, enmarcada por una adecuada orientación del alumnado universitario. El siguiente aspecto es la necesidad de garantizar espacios que permitan la reflexión individual según las experiencias vividas. Esto va acompañado de la reflexión colectiva entre iguales para reforzar el componente epistemológico y emocional derivado de su implementación. Finalmente, cabe mencionar la reflexión con otros grupos participantes que no suelen estar presentes en otras metodologías, como, por ejemplo, los miembros de la comunidad específica con la que se ha llevado a cabo el proyecto, como medio de garantizar una práctica dialogada, crítica, comprometida y, ante todo, reflexiva.

El tercer capítulo aborda la ética vista desde el cuidado y enfatiza la necesidad imperante del ApS a la hora de proporcionar el tratamiento adecuado a la comunidad específica donde se aplica. Este capítulo ahonda en experiencias y casos claros que manifiestan la importancia de considerar los cuidados a la hora de implementar el ApS, para su promover su eficacia y su calidad y una mejor comprensión del contexto. Por lo tanto, el ApS va más allá de crear espacios que propicien el intercambio de conocimientos para favorecer a una determinada comunidad, pues también permite el manejo de actitudes que contemplan el cuidado como un sustento base que tener en cuenta.

El cuarto capítulo se centra en sintetizar algunos de los desafíos que preocupan a la ciudadanía del siglo XXI, como el cambio climático o la exclusión social. Para abordarlos, la implementación del ApS se hace imprescindible, especialmente en el terreno universitario. Esta metodología permite que el estudiantado refleje su compromiso social en distintas dimensiones y momentos de la vida a través de la ética, la reflexión y la innovación. Por lo tanto, el ApS ha de ser un factor clave para reforzar las funciones universitarias y una educación cívica ligada escenarios que favorezcan soluciones a los problemas sociales actuales.

Dentro del segundo bloque, el quinto capítulo se centra en garantizar el respeto como pilar fundamental de cualquier posible implementación del ApS. Es vital considerar todas las variables sociales implicadas en cada contexto, puesto que algunos miembros participantes pueden sentirse moralmente dañados por determinadas situaciones surgidas del ApS debido a sus creencias, circunstancias o vulnerabilidad. De todas formas, también se manifiesta la dificultad de hacer un análisis tan preciso de las variables implicadas, precisamente por la falta de tiempo disponible, que viene delimitada por la estructuración de la mayoría de los programas universitarios. Por lo tanto, el ApS debe garantizar el respeto de todos los participantes, pero, para ello, la universidad debe actuar de forma social y moralmente responsable.

El sexto capítulo considera el ApS como una metodología que ha de ser aplicada y guiada con éxito a través del diálogo entre los distintos agentes que intervienen. Por lo tanto, el fin de generar unos principios éticos en el estudiantado nace de una metodología que permite vincularlos de forma sencilla con la política, la comunidad de prácticas, el espacio de diálogo, la interdisciplinariedad o el cambio del rol docente. Es decir, el diálogo es una pieza clave en la implementación del ApS por su naturaleza multicultural, reflexiva y comprometida socialmente, por lo que su carencia resulta en una implementación pobre e inapropiada.

El séptimo capítulo manifiesta la necesidad de elaborar un código ético y de actuación común para todos los agentes universitarios que traten de implementar el ApS en su práctica profesional. De esta forma, no solo se consigue mayor coherencia y sincronía, sino también solventar los problemas ético-pedagógicos del ApS. Dichos casos están vinculados a la inclinación activista (y no educativa), a su concepción innovadora (en lugar de priorizar sus elementos base) y a la separación entre teoría y práctica. Por lo tanto, la creación de un código ético de referencia es vital para solventar estos problemas y reforzar el compromiso cívico ligado a los estudiantes universitarios.

El octavo capítulo identifica situaciones en las que hay carencias de principios éticos y cívicos a la hora de organizar un proyecto de ApS, lo que puede ser perjudicial para alumnos universitarios sin formación previa en determinados aspectos. Esto lleva a subrayar que la base ética constituye el elemento primordial en la implementación de cualquier proyecto ApS. En este caso, los docentes desempeñan un papel protagonista en el momento de elaborar la propuesta que el alumnado pondrá más tarde en práctica. Por tanto, una vez que la base docente esté correctamente asentada, las buenas acciones e intenciones conducirán la metodología ApS a buen puerto.

El noveno capítulo vincula el ApS con otra metodología complementaria a nivel universitario: el laboratorio vivo. Mientras que la finalidad del primero va ligada a ofrecer un servicio social, la segunda está unida a la investigación. Por lo tanto, la implementación de ambos acercamientos en el nivel universitario favorece el compromiso estudiantil con proyectos de investigación que profundicen en el ámbito social desde una perspectiva ética, justa y participativa. Además, dicha convergencia favorece el desarrollo de habilidades como la construcción de soluciones y la conciencia moral, dirigidas a enfrentarse a los desafíos del siglo XXI.

El décimo capítulo relata una experiencia vinculada a la aplicación del ApS en la Universidad Jaume I. Como resultado, se expone que el ApS es una metodología incuestionable que sirve de trampolín para el desarrollo de habilidades cívicas encaminadas a lograr una sociedad más justa. No obstante, su aplicación se ve limitada. en muchas ocasiones, por carencias y debilidades de la estructuración institucional y legislativa. Por lo tanto, es crucial que la universidad se reconfigure para favorecer la implementación del ApS y aprovecharse de todas las ventajas sociales que ofrece.

El undécimo capítulo expone una clara evolución en la inclusión del ApS para el desarrollo de las soft skills y la transdisciplinariedad a través del pensamiento humanístico, la cual procede de aplicar esta metodología en titulaciones orientadas al ámbito puramente científico, como las ingenierías. Dicha trayectoria se articula en tres períodos: uno previo al Plan Bolonia, otro posterior y un tercero en el que el ApS cobra especial relevancia. Esta aplicación ha beneficiado a los estudiantes de titulaciones científicas en varios ámbitos, desde el crecimiento personal y moral hasta el vínculo de sus conocimientos aplicados a la mejora social.

Finalmente, el duodécimo capítulo presta especial atención a la posible integración de las tecnologías emergentes para mejorar las capacidades del ApS. La reciente expansión de la inteligencia artificial (IA) plantea muchos retos y cuestiones para esta metodología, pero eso no implica que su uso sea inapropiado. Al contrario, a lo largo del capítulo, se defiende la IA como recurso facilitador de estrategias personalizadas, transformadoras, evaluativas y participativas. De todas formas, es necesaria más investigación que articule las posibles ventajas que supone el binomio ApS y tecnología para lograr el desarrollo crítico, transformador y reflexivo de una sociedad más justa y cívica.

Sin ningún tipo de duda, se trata de un libro que abarca múltiples dimensiones y aplicaciones del ApS mediante un análisis reflexivo y crítico que busca informar al lector sobre su necesaria inclusión en cualquier ámbito universitario y profesional. De esta forma, la universidad modernizará sus funciones, reforzará su compromiso social y se adaptará a los desafíos y a las exigencias propias de un mundo más intercultural, globalizado y digital. Esto lo hace a través de capítulos complementarios correctamente articulados, argumentados y guiados, con un lenguaje claro y comprensible dirigido a todo lector interesado en las aplicaciones del ApS en el ámbito universitario. Es, por tanto, un texto especialmente recomendable para educadores sociales, docentes universitarios, estudiantes o cualquier profesional que busque medios para implementar metodologías activas para la mejora social.

Citación recomendada | Recommended citation

Álvarez-Urda, P. (2025). Ruiz-Corbella, M. y García-Gutiérrez, J. (Eds.) (2023). Aprendizaje-servicio: escenarios de aprendizajes éticos y cívicos. Narcea. 239 pp.. Revista Española de Pedagogía, 83(290), 261-270. https://doi.org/10.22550/2174-0909.4403