Ahedo, J., Caro, C. y Fuentes, J. L. (Coords.) (2021). Cultivar el carácter en la familia: una tarea ineludible. (Natália De Araújo Santos)

Ahedo, J., Caro, C. y Fuentes, J. L. (Coords.) (2021).

Cultivar el carácter en la familia: una tarea ineludible.

Dykinson. 176 pp.


Este libro está escrito por dieciocho profesores universitarios, tres de los cua­les han actuado además como coordina­dores, y ha sido prologado por Óscar Gon­zález, maestro y director de una escuela de padres. La obra es el resultado de un proyecto de Investigación de la Universi­dad Internacional de la Rioja (UNIR) con el título de La educación del carácter como base de la formación integral de los estu­diantes de secundaria y bachillerato.

Lo primero destacable y por lo que esta publicación tiene mucha importancia, es porque el tema de la educación del carácter, y el de las virtudes, muy emparentado con él, ha sido poco estudiado en nuestro país, posiblemente porque, en especial el de las virtudes, fue monopolizado por la enseñan­za de la religión. No ocurre así en los países anglosajones, en especial en EE. UU., don­de la educación del carácter ha estado pre­sente en los planes educativos, aunque con altibajos, como han señalado Concepción Naval, una de las primeras docentes espa­ñolas en estudiarlo, y Aurora Bernal, una de las coautoras del libro. Por ello, el que un grupo de docentes, y de profesores uni­versitarios, dedique sus trabajos de investi­gación a estudiar algo de tanta envergadu­ra como la formación del carácter, es digno de aplauso.

Al ser un libro escrito por numerosos autores, se han podido abordar temas diversos, aunque prácticamente todos relacionados con el aprendizaje de la for­mación del carácter en la familia. De ello dan fe los títulos de los diversos capítulos: 1. «Familias con carácter y vida feliz», de Aurora Bernal Martínez de Soria; 2. «La familia como comunidad virtuosa», a cargo de Tania Alonso-Sainz y Francisco Este­ban Bara; 3. «Los amigos, la familia que uno elige y le configura: claves para una educación», escrito por Ana Romero-Iri­bas; 4. «Sexualidad y formación humana. Análisis crítico de un tema controvertido», obra de David Reyero; 5. «Educar para la libertad», en coautoría entre Josu Ahedo y Blanca Arteaga-Martínez; 6. «Repensar el papel de la autoridad en la educación y redes sociales», elaborado por David Gon­zález Ginocchio y Elda Millan Ghisleri; 7. «Educación en el perdón», de María del Rosario González Martín; 8. «La gratitud: una virtud para ser educada en la familia», realizado por M.ª Carmen Caro Samada y Juan Luis Fuentes; 9. «Ecología de vida: cómo educar para una sobriedad feliz en la familia», escrito por Zaida Espinosa Zára­te; 10. «La adquisición de hábitos sosteni­bles en la familia», un trabajo de Arantxa Azqueta y Yaiza Sánchez-Pérez; 11. «El del vínculo afectivo en menores y familias en dificultad social», de Juan Luis Fuentes y Tania García-Bermejo; y 12. «Educar el carácter desde la inclusión: oportunidades educativas y retos de la diversidad funcio­nal en la familia», por Elena Álvarez-Álva­rez y Carmen María Martínez Conde.

Todos estos títulos de alguna manera conforman un útil mapa sobre el conteni­do del libro. Se trata de una publicación en la que se conjuga lo teórico, como es lógico en un trabajo de investigación, con las pro­puestas prácticas, lo que sin duda será de ayuda para padres, los principales destina­tarios del libro, y para los docentes. Así, ya desde el prólogo, se nos señala que el desa­rrollo del carácter comienza en la primera infancia, es decir, en la familia, cuando el niño aún no ha sido escolarizado.

Muchos autores han definido el carác­ter como un estricto modo de ser, lo que tendría una nota de determinismo, con­trario, por tanto, a cualquier intervención educativa. No lo hacen los autores del li­bro, que para evitar el exclusivo condicio­nante biológico del «hay personas que na­cen con buen carácter y otras con malo», insisten en que el carácter es educable y lo es desde el comienzo de la existencia. Se va haciendo a través del tiempo, hasta alcanzar la meta de tener una vida plena. De algún modo, siguen mayoritariamente a Aristóteles, al que varios citan, que ase­gura que la felicidad, el último y universal objetivo de los seres humanos, va a depen­der de lo que cada uno haga con su vida, con independencia del temperamento con el que cada cual haya nacido.

Es en la familia, el lugar de los afectos incondicionales, del acogimiento con inde­pendencia de lo que los hijos hagan, donde puede desarrollarse una comunidad virtuo­sa, como un hábito que se adquiere, como todos, con la repetición y con la acción. Esto confiere un amplio campo de posibilidades de actuar a los padres, en su difícil pero apasionante tarea de educar a sus hijos.

Desde una facultad fundamental —y un derecho— como es la libertad, el libro des­grana otros temas, menos estudiados en la educación, pero muy sugestivos y actuales, como coadyuvantes a la educación del ca­rácter, y que colaboran a alcanzar muchas de las metas de la educación, como la amis­tad, la sexualidad, la sobriedad, el cuidado del entorno, el agradecimiento, las dificul­tades sociales y la diversidad funcional.

El ser humano no nace libre, el niño es un ser absolutamente dependiente y se va poco a poco haciendo libre si el entor­no se lo permite. El niño necesita apren­der a ejercer su libertad que no debe ser percibida como ausencia de restricciones. Educar en la libertad es entenderla como Albert Camus, dicen los autores, como «la oportunidad de ser mejor» o con un punto de vista social, como Mandela, que dijo que «ser libre es vivir de una forma que respete y mejore la libertad de los demás». Educar en la libertad es educar en el compromiso y en la responsabilidad, hacia sí mismo y hacia los demás. Una tarea que no siempre resulta fácil para los padres, por miedo o por sobreprotección.

Sin embargo, la amistad, como «fami­lia elegida» ayuda a desarrollar la libertad, además de otros muchos valores, como la ge­nerosidad, la gratitud, el compartir, la con­fianza, la solidaridad, el crecimiento mutuo, ya que la formación del carácter se da en la convivencia y la relación con los otros. Los autores abordan estos temas en los distin­tos capítulos y analizan de manera específi­ca algunas cuestiones de gran actualidad y de constante preocupación para los padres, como los peligros de relacionarse únicamen­te en las redes, por la constante exhibición y la facilidad de manipulación escudándose en el anonimato. En este sentido, una manera de contribuir desde la familia al sano esta­blecimiento de las amistades de los hijos es conocer a sus amigos e interesarse por ellos, pudiendo ser la propia casa un centro de re­unión, aportándoles confianza.

Dentro de la libertad, se encuentra tam­bién la libertad sexual, que solo puede te­ner una persona madura, puesto que no es «hacer lo que yo quiera y con quien quiera». También en la familia, aunque predomi­nantemente en ella, se puede educar en la sexualidad, que vaya más allá, como se ha hecho casi siempre, de una aséptica infor­mación o de inculcar el miedo a unas con­secuencias no queridas. Hay que cuidar de una manera especial la educación sexual de los niños en una sociedad hipersexualizada y en la que los menores empiezan a acceder a la pornografía, como único modo de cono­cimiento, a la temprana edad de ocho años, lo que les puede dañar profundamente.

De la crisis de la autoridad, tanto en la familia como en la escuela, se viene hablan­do desde la mitad del siglo xx. Los autores explican lo que es y lo que no es autoridad y se centran, por ser una preocupación ge­neral de los padres, en el uso de las redes sociales. Estas, según los autores, facilitan la expansión de algunos problemas relati­vos a la autoridad y son un referente claro de modelo de conducta y de vida de los edu­candos. En este sentido, se plantea que si la autoridad y las normas parten del hogar, la regulación de las redes sociales no deberían ser delegadas apenas a los gobiernos sino ser también una tarea de la familia.

Otro de los puntos importantes que se discuten en el libro es el perdón saludable, no el perdón del olvido que acaba generan­do relaciones abusivas, sino el saber per­donar consciente del mal que se ha hecho y sus consecuencias. También se aborda el estudio de la gratitud como una virtud que contempla aspectos intelectuales y emocio­nales, y al mismo tiempo puede ser una gran oportunidad para su desarrollo en el ámbi­to familiar y escolar que supere las visiones conductistas y basadas en el intercambio.

En los capítulos 9 y 10, los autores abor­dan cuestiones sobre la «vida ecológica», la sobriedad y la adquisición de hábitos soste­nibles. Destacan la importancia de la cons­ciencia en el consumo, en referencia a la película El Hoyo, como ejemplo de la falta de sobriedad que existe en la sociedad, y que nos remite a pensar sobre el medio ambien­te y cómo educar a los hijos para motivar esta virtud e incentivar un consumo respon­sable y sostenible. Educar en el entorno es la clave para conocer el mundo que nos ro­dea y al mismo tiempo concientizar a los ni­ños y jóvenes de los problemas ambientales o simplemente los problemas que atañen a la propia comunidad en la que vive y pensar en soluciones creativas para mejorarlos.

Por último, se aborda la necesitad de la reconstrucción del vínculo afectivo en las familias vulnerables, la importancia de la cercanía emocional y psicológica, y las di­ficultades para conseguirlas en determina­dos contextos y educar el carácter desde la inclusión. Inclusión entendida como forma de participación donde el niño se sienta perteneciente a la familia y a la sociedad.

En definitiva, este libro es un guía de referencia para padres y educadores que les permitirá conocer un poco más acerca cómo cultivar el carácter de los niños y de los jóvenes en la sociedad que vivimos. Una sociedad cada vez más conectada e indivi­dualista, que olvida valores que son primor­diales para su desarrollo moral y cognitivo. Sin lugar a dudas, es un libro interesante y aborda temas de actualidad que nos invi­tan a reflexionar sobre la sociedad que nos rodea y hacía dónde queremos llegar.

Natália De Araújo Santos